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No. 230, June 12-18, 2003

OTAN, gendarme mundial
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Sindicatos bajo fuego cruzado

Por Gustavo Capdevila

Ginebra, Switzerland, 9 de junio (IPS)— El sindicalismo en Colombia está atrapado entre el fuego guerrillero y paramilitar y las violaciones a la libertad de asociación, afirmaron líderes obreros que asisten en Ginebra a la Conferencia Internacional del Trabajo.

En 2002 fueron asesinados unos 170 sindicalistas colombianos, la mayoría a manos de paramilitares de derecha y al menos 19 por guerrilleros de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, según un informe de la organización humanitaria Human Rights Watch, con sede en Nueva York.

El gobierno de Alvaro Uribe trae a la Conferencia un discurso que realza la merma de sindicalistas asesinados de 60 a 25 en los cinco primeros meses de este año respecto de igual lapso de 2002, aseguró el secretario general de la Confederación de Trabajadores Democráticos de Colombia (CGTD), Julio Gómez.

La delegación oficial colombiana, encabezada por el vicepresidente Franciso Santos, va a presentar ese dato como un avance, advirtió Gómez.

Pero los dirigentes obreros responden que es tan grave el asesinato de un sindicalista como el de un millar. Esos argumentos del gobierno carecen de sentido, opinó Cérvulo Bautista Matomá, otro alto responsable de la CGTD.

Los ataques contra la libertad sindical se vuelven cada vez más insoportables, apuntó Gómez.

Esa ofensiva arremete contra tres conquistas, como son los derechos de organización, a la negociación colectiva y de huelga.

Añadieron que para ellos son igualmente sensibles los atentados criminales contra los sindicalistas como los ataques a los sindicatos, que ya han ocasionado “una baja impresionante” en las tasas de sindicalización.

En Colombia han sido liquidados prácticamente los sistemas históricos de contratación de personal y el derecho a la negociación colectiva y a la libre asociación se han convertido en un engaño, insistió Matomá.

La situación es tan crítica que algunos llegan a sostener que en Colombia es más fácil constituir un frente guerrillero que una organización sindical, expuso Gómez.

Empresas despiden a los trabajadores en forma masiva apenas detectan movimientos para la creación de un sindicato y ninguna autoridad protege el derecho de organización, pese a que está consagrado en la Constitución y en el código laboral, prosiguió.

Pero Colombia no es una excepción de clima antisindical respecto del resto de América Latina, donde se percibe una política generalizada, fruto de las orientaciones de ajuste estructural dictadas desde el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Así, el problema es más profundo en Colombia, ya que a la política de exterminio, de asesinato de sindicalistas, se le suma la estrategia de ajuste estructural, con nuevas formas de contratación y con la extinción de la función social del Estado, reflexionó el secretario de la CGTD.

No hay duda de que en países como Argentina, Chile o México, la gente no piensa tanto sobre hacer un sindicato o no, mientras que los obreros colombianos se acercan a las organizaciones laborales con el doble de temor, como es el riesgo de la eliminación física y de la pérdida del empleo.

Por eso los sindicalistas colombianos se proponen provocar el debate sobre el riesgo de vida de los sindicalistas y de los sindicatos durante la presente sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo, que se prolonga hasta el 19 de este mes.

La Conferencia es la máxima instancia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de la Organización de las Naciones Unidas integrada por representantes de gobiernos, empresarios y trabajadores que se ocupa de velar por la armonía de las relaciones laborales.

Las denuncias de los sindicalistas colombianos se dirigirán contra los empresarios que hostigan a los trabajadores cuando reivindican sus derechos.

También acusarán al sector público de eliminar las convenciones colectivas de trabajo, como se pretende en la estatal Empresa Colombiana de Petróleo, que por ese motivo se encuentra al borde de la huelga, comentó Matomá.

La representación obrera de ese país sudamericano reclamará a la OIT disposiciones más efectivas que los actuales programas especiales de protección para los sindicalistas.

No hay presupuesto suficiente para sufragar la protección de los 500.000 miembros de nuestra organización, dijo Gómez.

“Yo tengo un automóvil blindado y cuatro escoltas”, pero hay otros compañeros que pueden correr el mismo riesgo y carecen del auto especial y de los guardianes, comentó el líder de la CGTD.

Los sindicalistas colombianos confían que el caso de su país llegue hasta el Consejo de Administración, el máximo organismo de la OIT después de la Conferencia.

El Consejo está integrado por 28 delegados de gobiernos, 14 de empresarios y otros tantos de trabajadores. Representantes gubernamentales de 10 países “de importancia industrial” ocupan asientos permanentes en el organismo, que son Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Italia, Japón y Rusia.

En la próxima reunión del Consejo, que comenzará el 20 de este mes, la representación sindical demandará la creación de una comisión de encuesta para Colombia.

Esos cuerpos especiales son creados por la OIT para casos críticos, como ocurrió con Birmania, donde una comisión de encuesta se ocupó de las denuncias sobre trabajos forzados.

Gómez aceptó la posibilidad de que los delegados empresariales y de algunos gobiernos se opongan a la creación de esa comisión. Pero los sindicalistas igualmente insistirán, porque pretenden que la comunidad internacional asuma su parte de responsabilidad en “el holocausto” colombiano, añadieron.

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OTAN, gendarme mundial

Por Alicia Fraerman

Madrid, España, 4 de junio (IPS)— La OTAN se adjudicó la potestad de actuar en cualquier parte del mundo, según lo expresado por su secretario general, George Robertson, al finalizar este miércoles en la capital española la reunión de cancilleres de la alianza militar.

El británico Robertson fue tajante al momento de definir la zona de actuación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), pese a que los ministros de los 19 países integrantes del acuerdo prefirieron en general no mencionar explícitamente el asunto.

“Tenemos que estar listos para ir donde sea necesario”, y esto es así porque la OTAN es una organización de seguridad colectiva, cuya función “es hacer frente a las amenazas allí donde estén”, afirmó.

Los estatutos y compromisos asumidos por los miembros de la alianza, creada el 4 de abril de 1949 como defensa y disuasión ante un posible ataque de la hoy desaparecida Unión Soviética, indican que su acción está restringida al Atlántico norte, entendiendo por tal a Estados Unidos, Canadá, Europa occidental y los mares respectivos.

Pero la canciller de España, Ana Palacio, había anticipado esas conclusiones al justificar la asunción por parte de la OTAN de funciones en Afganistán e Iraq tras los ataques estadounidense-británico.

Palacio señaló que la toma del mando por la OTAN a partir de agosto de las tropas internacionales en Afganistán y su apoyo a las fuerzas polacas en Iraq resuelve “de forma pragmática el viejo debate sobre los límites geográficos de actuación de la alianza”.

En rechazo a los objetivos de la fundación del acuerdo militar del Norte y a los que se le quieren agregar ahora protestaron el martes por la noche en el centro de Madrid una decena de organizaciones pacifistas españolas, tras la consigna “OTAN no”.

La extensión del radio de acción de la organización no hace más que formalizar algo que ya se aplica en la práctica, señaló este miércoles a IPS uno de los manifestantes, Francisco Miranda, director de proyectos de la organización no gubernamental Paz y Tercer Mundo.

“La política militarista e intervencionista de Estados Unidos ya no será “norteamericana sino que se denominará de ‘la Alianza Atlántica’, ‘Europa-Estados Unidos’ o como se quiera, pero seguirá siendo la que los halcones de Washington dispongan”, apuntó.

Un dato que avala esa resolución es que la organización prestará ayuda a las tropas polacas que controlarán una zona de Iraq. Aunque no se aprobó el envío de efectivos bajo la bandera de la OTAN, “el tema está sobre la mesa”, dijeron miembros de la delegación estadounidense.

En esta reunión de Madrid se llegó incluso a evaluar la posibilidad de una actuación de la alianza militar atlántica en el conflicto palestino-israelí.

El ministro de Relaciones Exteriores de Grecia y presidente de turno del Consejo de Ministros de la Unión Europea, Georgios Papandreu, manifestó que tanto la UE como la OTAN estarían dispuestas a contribuir a la paz y la seguridad en aquella región.

Pero, otros diplomáticos europeos señalaron que hay que tener presente el persistente rechazo de Israel a que países de la UE supervisen el proceso de paz en Medio Oriente, pues quiere que esa misión esté a cargo solamente del gobierno estadounidense de George W. Bush.

Las fuertes discrepancias del eje franco-alemán con la decisión de Estados Unidos y Gran Bretaña, apoyada por España, de invadir Iraq presentaron un cuadro de ruptura de la OTAN, de la que esos cinco países son miembros.

Los cancilleres reunidos en España, con la resolución que manifiesta su voluntad de hacer de la alianza atlántica “un instrumento global de defensa contra el terrorismo”, apuntan al inicio de la reconciliación interna, expresaron informalmente miembros de las delegaciones presentes.

“Estamos comprometidos con una percepción global de la seguridad y con una intensificación de los esfuerzos en favor de la cooperación con otras organizaciones internacionales o regionales”, se señaló en el comunicado final de la reunión de dos días de los cancilleres de la OTAN.

No obstante, las cosas no son así, subrayó Mariano Aguirre, director del no gubernamental Centro de Investigación para la Paz, una de las instituciones de mayor prestigio en ese campo.

“La reunión de la OTAN ha servido para recomponer de una manera formal las deterioradas relaciones transatlánticas”, dijo Aguirre a IPS.

Pero “las divergencias de fondo entre el gobierno de Estados Unidos, que pretende dominar a sus aliados como hace 50 años, y unos gobiernos en Alemania, Bélgica y Francia que resisten en cierta forma para guardar su cuota de poder, no se han solucionado”, añadió.

Aguirre entiende que “el veto de Estados Unidos a que Europa se haga cargo de la misión de mantenimiento de la paz en Bosnia-Herzegovina, el bloqueo a que se despliegue una tropa internacional para asegurar unos eventuales acuerdos israelo-palestinos, y la falta de apoyo al envío de fuerzas europeas a la (República Democrática del) Congo evidencian este intento neoimperial estadounidense”.

La reunión de la OTAN finalizó con la apertura del proceso para reemplazar a Robertson, cuyo mandato expirará en 2004.

Entre los candidatos figura por primera vez una mujer, la ministra noruega de Defensa, Kristin Krohn Devold, además del portugués Antonio Vitorino, comisario europeo de Justicia e Interior, y el ministro de Defensa de Italia, Antonio Martino. La elección del secretario general se realizará en noviembre.

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